sábado, 18 de abril de 2015

Huracán

Los cierzos de la mañana nunca duermen,
acostumbran a nacer de dos en dos
cuando las antiguas formas se reúnen
en su abrazo de párpado,


y entonces se rumorea 
el dolor entre las sombras
de las palabras siempre imaginadas,


los cierzos prefieren el clima del lecho
o escuchar la conversación 

que mantienen las cobijas y la piel, 
con el sudor ajeno

los cierzos nunca vuelan,
siempre están cayendo en picada
allá hacia donde uno esperaría
que la tierra se lo tragase todo, ahí mismo 

donde confluyen un pecho caliente
y una mano muerta.


'Think about the times when we sat on the grass by that river'




gorilasilente©